Ellos sí se quedan en el Perú

Un italiano, un estadounidense, un danés। Emprendedores y amantes del Perú. Los tres viven subyugados por la comida peruana, por las provincias, por la gente. Los tres creen que nuestro país es la tierra de las oportunidades.


Si Maurizio Fala fuera millonario, tendría una casa en San Ramón, otra en el valle del Urubamba y una tercera en Máncora। Le gusta coger sus maletas y viajar, ahora mismo está recorriendo la marginal de la selva, una aventura que preparó para Fiestas Patrias. Cuatro días de cerros verdes y fruta fresca.


En el Perú hago muchas cosas, en primer lugar me sigo acostumbrando a la idea de ser un hombre feliz, equilibrado, respetado, con muchos amigos। Los peruanos brindan tanto calor humano que uno se redescubre y apuesta. Yo tengo una deuda y quiero retribuir. Así es este italiano que llegó en 1994. Un hombre agradecido. Economista y contador, su último trabajo en una empresa privada fue en Telefónica. Dueño del restaurante Symposium, hoy trabaja como consultor. "Aquí conocí a la mujer de mi vida. Es difícil porque tengo dos hijos en Italia y es como si mi corazón estuviera partido o como si tuviera dos corazones, pero no me voy. Cuando estoy de vacaciones, siempre pasa lo mismo: el día trece me pican los pies y quiero regresar a Lima, a mi casa.


¿Qué le gusta del país? La artesanía, las provincias, la comida que lo deja alucinado। Aquí están todas las cocinas en una sola y el arroz con pato es una arquitectura de sabor original. A Mauricio le conmueve la gente, la amabilidad; el Perú le parece un reino de solidarios: Lo veo todos los días y eso es invalorable. ¿A qué peruano le gustaría conocer? Antonio Brack: me parece un ministro extraordinario y confío en que protegerá los bosques. También me gustaría conocer a Mario Vargas Llosa, me parece un señor peruano".


Nació en Ohio y tiene 39 años, es un aventurero। Al Perú llegó como turista en 1999, con un boleto para el Cusco. Cuatro años después aterrizaba en Lima para trabajar en el Cuerpo de Paz. Timothy E. DeHart hoy es el director de Noche de Arte, la exposición-venta más grande del Perú. "Cuando vine para quedarme, conocí Cajamarca y Huaraz y descubrí que el Perú era mucho más que Machu Picchu. Me instalé en Santa Eulalia y me asombraron los cerros de piedras. Las casas. Pronto aprendí que los peruanos se saludan siempre con besitos y aprendí a apreciar este tipo de contacto.


Ahora cuando me encuentro solo con gringos siento que somos fríos. La alegría de la gente, cómo cantan cuando se reúnen en familia. Eso le gusta. También detenerse en la calle a escuchar a los boleteros de combis llamando a sus pasajeros. Y la comida, claro. El lomo saltado, el arroz con pollo, el cebiche. Todo, menos chicha morada, que es muy dulce para su gusto.
¿Qué le desagrada de los peruanos? El racismo, la discriminación। Me espanta que los choferes no respeten a los peatones. Más de una vez han estado a punto de atropellarlo. ¿A qué peruano le gustaría conocer? Mercedes Aráoz, ella debería ser presidenta del Perú, es una persona que ama su país y está trabajando duro, tiene la energía y las ideas para sobresalir".


Es peruano y danés a la vez। Ama nuestro país. Eso dice Carsten Korch, quien todavía recuerda su primer día en el Perú. Un amigo de una amiga lo acogió y le invitó a un almuerzo dominical donde conoció el pisco sour, el cebiche y la amabilidad.


Carsten se enamoró del país a primera vista, también de una muchacha llamada Virginia a quien conoció días después en la fiesta del Qoyllur Riti। Se casó, se fue a Dinamarca y regresó hace cinco años. Pensó: ¿qué hago para que el mundo entienda que el Perú no solo es Machu Picchu? Así nació www.livinginperu.com. La página web, escrita en inglés, ya tiene 150 mil usuarios al mes y provee información a los extranjeros que viven o visitan el país. "En la página resaltamos los valores, los recursos, las historias de la gente, lo maravilloso que es vivir aquí". A tanto llega el amor de Carsten que acaba de publicar el libro "101 razones para estar orgulloso del Perú". "Este país es la tierra de las oportunidades y a mí me ha dado amor, una nueva manera de ver la vida y oportunidad para ayudar.


El Perú me ha hecho mejor persona। Aquí aprendí a respetar más a la familia, a querer más a la gente. Aquí se respeta más al anciano y no se lo deja en un asilo como en Europa; yo quiero envejecer aquí, con mi familia. Carsten está convencido de que el peruano vive orgulloso de sus raíces y que ya no tiene la ansiedad de fugar. ¿Qué le molesta? El caos, el tránsito, que no se respeten las reglas. Todo se lograría con educación. ¿A qué peruano admira? Tampoco duda: Mercedes Aráoz. Su trabajo es excelente".


(FUENTE: el comercio.com.pe)

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